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Economicas

El Gobierno dominicano ya tiene lista la reforma fiscal

Nadie pone…

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Nadie pone en duda la necesidad de una reforma fiscal en República Dominicana. El déficit del Gobierno se mantenido en torno al 3% anual, con excepción de 2020 que, por razones obvias, cerró en 7.9% del producto interno bruto (PIB).

A mediados de abril de este año, el ministro de Hacienda, Jochi Vicente, dio a conocer la buena nueva de que el Gobierno había reducido el déficit fiscal en RD$17,632.4 millones entre enero y marzo de este año, al compararse con igual trimestre de 2023, ubicándose en RD$38,193.3 millones y representando el 0.5 % del PIB.

“Esta gestión se ha enfocado en mejorar el gasto público, recortando partidas y tomando acciones para eficientizarlo. Evidentemente, la mejora de los salarios y otras compensaciones que reciben los docentes y los miembros de nuestros cuerpos de seguridad aumentan el gasto, pero son recursos que debemos invertir para tener mejores resultados en ambos sectores”, reconoció el funcionario.

A pesar de la disciplina en el gasto, tomándole la palabra a Vicente, el Gobierno ya tiene lista o da los toques finales al proyecto de reforma fiscal que habrá de ser sometida al Congreso y que en los próximos días será dado a conocer a la ciudadanía. De hecho, Hacienda lo preparó para que sea discutido con los sectores relevantes de la sociedad.

“Se está trabajando en la ley para la reforma fiscal. La Consultoría la está revisando. Hay un proyecto de ley. Se hará público en los próximos días. Nosotros rendiremos nuestro informe al Ministerio de Hacienda, que lidera el proceso. Nuestro papel es que el proyecto no sea inconstitucional”, reveló el consultor Jurídico del Poder Ejecutivo, Antoliano Peralta Romero, entrevistado en el programa El Día.

Cuestionado sobre las reacciones que han tenido algunos sectores ante el inminente golpe que significará, el funcionario sólo se limitó a decir que “la gente se defiende todavía de lo que no ha ocurrido”, al tiempo de expresar que “quizá no sea tan duro el golpe”, pero que (el tema) se lo deja a los expertos en asuntos económicos y fiscales.

¿A qué atribuye el ministro de Hacienda la reducción del déficit durante el primer trimestre de este año? A su entender, se evidencian el dinamismo de la economía dominicana y el esfuerzo de las agencias recaudadoras estatales por cumplir las metas asignadas. En este período los ingresos tributarios de la administración central ascendieron a RD$292,675.3 millones, lo que significó un cumplimiento del 103 % respecto al monto estimado en el presupuesto y un aumento del 18.5 % con relación al año anterior.

Por el lado del gasto, esta partida sumó RD$330,868.8 millones, un alza de 9.3% respecto al 2023, aumento impulsado, entre otros factores, por el capítulo de remuneraciones, producto de la mejora del paquete salarial que reciben maestros, policías y militares. Entre enero y marzo de este año, el gasto en remuneraciones totalizó RD$75,759.5 millones, un incremento de RD$7,297 millones respecto al mismo período del año anterior, monto del cual se destinaron RD$5,681.7 millones para los ministerios de Educación, el de Interior y Policía y el de Defensa.

Integralidad
El Centro Regional de Estrategias Económicas Sostenibles (CREES) ha defendido, en su propuesta, la elaboración de una reforma fiscal integral, que simplifique el sistema tributario y que tenga en cuenta el comportamiento de los agentes económicos. Sugiere, además, un compromiso de parte del Gobierno para que se controle el nivel de incremento del gasto público.

Prevé que, sin lo primero, la presión tributaria podría caer, tal como pasó luego de la aplicación de la Ley 253-12, a su entender, la más grande de las modificaciones impositivas en años recientes.

Para el CREES, de no controlar la velocidad del gasto público, aún con un incremento de la presión tributaria, en poco tiempo surgirían las opiniones de que será necesario recaudar más para mantener o cubrir el gasto público.

“El Gobierno no persigue una reforma tributaria que toque solamente los ingresos, sino una reforma fiscal que sea integral y se fundamente en gasto e ingreso”, aseguró el director de la Dirección General de Impuestos Internos (DGII), Luis Valdez, previo a un acto en la sede del Instituto Nacional de Formación Técnica Profesional (Infotep).

Según el funcionario, no existe un proyecto que se haya presentado con las novedades de esa eventual ley. “Todo lo que se está hablando de reforma, en concreto, todavía no se ha presentado”, respondió a los medios que cubrieron la actividad en Infotep, en el que se entregaron certificaciones antisoborno, como la ISO 37001:2016 y la otra fue la 37301:2021, que evalúa y administra de manera efectiva los riesgos de incumplimiento que pueden surgir en las operaciones.

La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) refiere que la profundización del déficit público no financiero, que cerró 2020 en un nivel equivalente al 7.9% del PIB, guarda relación con la situación económica vivida durante la pandemia del covid en 2020, año en que la economía cayó un -6.7%.

Macroeconomía
El economista Magín Díaz, al ser cuestionado sobre la reforma fiscal durante una presentación ante miembros de la Asociación Dominicana de Productores de Cemento (Adocem), afirma que si se hace una reforma tributaria que mejore la posición financiera del gobierno, eso le va a facilitar la vida al Banco Central, ya que en este país las autoridades monetarias equilibran la macroeconomía con la tasa de interés.

A su entender, si la reforma se elabora correctamente los beneficios serán mucho mayores que el costo que habrá que asumir. Dice que se incluye un ajuste de las cuentas fiscales, el sector empresarial, y muy particularmente la industria de la construcción se va a beneficiar porque es un área de la economía sensible a la tasa de interés.

Considera que la economía dominicana está enfrentada a nuevos retos porque el mundo cambió. Destacó que como la Reserva Federal aún no puede bajar la tasa de interés, tampoco lo hará el Banco Central dominicano, al que le reconoció la credibilidad.

“No hay riesgo de que aquí haya una crisis de devaluación. La función del Banco Central es evitar las crisis macroeconómicas. El sistema financiero funciona bien. Lo que sí creo es que faltan cuatro o cinco reformas estructurales que empujen la economía”, explicó.

Para Díaz, la mejor decisión del presidente Luis Abinader fue no meter la política al Banco Central, lo cual garantiza un ambiente de estabilidad, que en general es lo que quieren las empresas en una economía de mercado.

Intervención
“Los gobiernos a veces intervienen. Por eso le da subsidio al sector eléctrico, a los combustibles que consumimos y hay costos que el Gobierno no puede subsidiar y que la economía tiene que asumir. Lo que ha pasado en estos cuatro años tal vez ha pasado dos o tres en los últimos cien años. No es lo normal”, explicó el economista.

A pesar de la volatilidad que ha habido en los precios internacionales es mucho mejor que el país sea abierto al comercio a los precios del mercado global. Lo otro, indica, es que el tipo de campo es relevante. Explica que alguien podría pensar que lo mejor sería un tipo de cambio fijo, pero no es así.

Refirió que hace décadas que se demostró que los tipos de cambio fijo hacen muchísimo más daño que bien. Lo que se necesita, afirma, es un banco central independiente, alejado de la política y profesionales. Indica que el modelo escogido en República Dominicana es que en tiempos normales la depreciación de la moneda es de entre un 3% y 5% anual.

“Con la flexibilidad de que cuando haya un choque externo como el covid se pueda mover más para la economía absorba el ese impacto. En 2020 se depreció al 10%, pero la economía sobrevivió”, sostiene.

Explica que no debe haber un tipo de cambio fijo, sino uno que se pueda ser manejado por un banco central independiente y profesional, lo cual es lo que ha habido en República Dominicana durante los últimos 20 años.

Otro aspecto que considera importante, aunque no directamente con el precio del cemento, pero sí con el sector, es la tasa de interés. Refiere que ya la gente ha olvidado que antes había una ley de usura que fijaba la tasa de interés en no más de 12%, pero que de todas maneras los bancos buscaban la manera de hacer mejores negocios cobrando comisiones.

“Hace 20 años no había mercado de capitales, que es lo que realmente necesita el sector construcción. El gobierno comenzó a emitir bonos desde 2009 y ya hay un mercado que funciona. Cada vez hay más instrumentos de largo plazo, lo que indica que hemos avanzado”, indicó Díaz.

“En país como éste las tasas de interés no pueden ser muy bajas porque se van los capitales fuera. Las tasas de interés de largo plazo van bajando en la medida en que el país va madurando en manejo macroeconómico y dependen del ahorro y la inversión en la economía”, afirma Magín Díaz.

Lo que el Banco Central hace, dice, es utilizarla como una herramienta para ajustar la economía, lo cual se hace porque hay un sector que no ahorra y ese es el gobierno, ya que siempre tiene déficit.

Considera que los precios del cemento en República Dominicana, al ser más bajos que en otras naciones de la región, podrían ser una oportunidad para mejorar las exportaciones. “Nos sorprendió que el precio del cemento en el país esté por debajo del promedio de la región. No lo he visto en esta industria, pero sí hay muchos otros segmentos que están exportando hacia las islas del Caribe”, señaló.

La industria del ron pide un trato especial
La Asociación Dominicana de Productores de Ron (Adopron) alertó sobre los riesgos y perjuicios que implicaría aumentar aún más la carga tributaria sobre el ron, en un momento en que la industria sigue sufriendo los efectos devastadores de la reforma fiscal aplicada en 2012.

En un encuentro con periodistas y líderes de opinión, el economista Magín J. Díaz, de la firma Ecomod Consulting, y la portavoz de Adopron, Circe Almánzar, presentaron los hallazgos de una investigación exhaustiva sobre la situación fiscal de la industria, denominada “Ron dominicano: carga tributaria actual y secuelas de una reforma”.

Plantearon que la reforma de 2012, con un fuerte incremento a la carga tributaria del ron, dejó lecciones que hoy llaman a reflexión, como la caída de las recaudaciones del Estado, el aumento del mercado ilícito y la afectación de la salud de cientos de ciudadanos que migraron a bebidas de bajo precio e inseguras.

“Concretamente, a partir de esa reforma, se perdió un millón de cajas o 4 millones de litros de la industria formal. Las recaudaciones del Impuesto Selectivo al Consumo (ISC) fueron en 2016 menores a las de 2011 y al Gobierno le tomó al menos seis años controlar el mercado ilícito y el fraude”, resaltó Díaz.

Por: Jairon Severino

Eldinero.com.do