Salud

La cardiología pediátrica intervencionista dominicana

Published

on

Por HERBERT STERN

Contamos con un extraordinario relato de primera mano de este tema de la autoría del doctor Joaquín Mendoza Estrada que compartimos a continuación:

La Cardiología Intervencionista dominicana en Pediatría se desarrolló en los años noventa cuando la Fundación Corazones Unidos presidida por el Dr. Luis Cuello Mainardi, poseedor de un gran corazón hacia el cuidado de los niños con cardiopatías, de mucho coraje y determinación, consiguió al fin instalar un moderno equipo de cateterismo cardiaco.

Todo sucedió en breve espacio de tiempo cuando el Dr. Cuello, Freddy Beras Goico, entusiasta colaborador de Corazones Unidos junto a Don George Arzeno Brugal, presidente del Conep, fuimos a visitar al presidente Balaguer, quien acordó completar los fondos para la compra e instalación del equipo de hemodinamia.

Allí, en Corazones Unidos, se inició un amplio programa de cateterismos cardiacos intervencionistas y cirugías cardiacas para niños y adultos. Se enviaban muchos niños a operarse de sus cardiopatías congénitas al North Shore University Hospital de la ciudad de New York.

Desde luego teníamos una actividad febril y trabajábamos juntos cardiólogos de adultos y de niños. El Dr. Carlos García Lithgow, a cargo del grupo adulto y este servidor nos conocíamos desde las aulas de la UNPHU, el Dr. Ricardo Pérez Pandelo trabajaba también en los adultos y más luego el Dr. José Luis Peña Reyes.

Mariano Defilló Ricart

Una verdadera conjunción de esfuerzos de todos los cardiólogos. Desde un inicio estuvo en el grupo pediátrico la Dra. Janet Toribio, desde Santiago venia cada jueves el Dr. Juan Ramírez. Siempre con nosotros la Dra. Elaine Garrido, gran colaboradora y asistente. Del hospital Robert Reid venia el Dr. Gustavo Lazala.

Allí propiamente dicho empezamos a tener vida. Se presentaron en congresos los primeros resultados y se hicieron las primeras publicaciones. Recibimos expertos cardiólogos intervencionistas desde diferentes países que trabajaron con todos nosotros y compartieron experiencias.

Esa es la historia inicial de la cardiología pediátrica intervencionista dominicana, que alcanzó luego, en años posteriores y recientes nuevos y más altos estándares con la Dra. Janet Toribio a la cabeza del programa pediátrico cardiovascular de Cedimat, donde fue ella después de salir de Corazones Unidos y, por otro lado, la gran labor realizada por el Dr. Juan Ramírez en la Fundación Corazones del Cibao, del hospital Arturo Grullón y la Clínica Corominas.

Probablemente, el programa más extenso y exitoso de los emprendidos en nuestro país con más de 2500 niños a quienes se les ha resuelto su cardiopatía por medio del cateterismo cardiaco intervencionista o la cirugía cardiovascular pediátrica.

El programa de cateterismos cardiacos pediátricos en Cedimat está ahora en las prometedoras manos de la Dra. Adabeyda Báez y es dirigido por la Dra. Rebeca Pérez. Puedo decir con orgullo que todos los compañeros que he mencionado fueron formados inicialmente en la Residencia de Cardiología Pediátrica del hospital Robert Reid Cabral que fundamos quien les habla y el Dr. Mariano Defilló en el año 1976.

Como he reseñado, la cardiología intervencionista pediátrica es un ente vivo y andante por buenos senderos. Tal como se ha desarrollado la Cardiología Pediátrica dominicana, que está por completo establecida como sub especialidad de la Pediatría y de la Cardiología.

El autor es oftalmólogo. Reside en Santo Domingo

No hubiera sido posible desarrollarnos sin la ayuda de un extraordinario médico internista y cardiólogo, maestro de la Medicina dominicana, docente, investigador y con preocupación social desarrollada en el hospital de niños de Santo Domingo Robert Reid Cabral. Me refiero al Dr. Mariano Defilló Ricart, excelente ser humano, amigo y compañero de gran sensibilidad, que nos dio cobijo y apoyo, y nos ayudó a desarrollarnos.

Un verdadero pionero y precursor de la Cardiología Pediátrica dominicana¨. Esta extraordinaria labor es obra del doctor Mendoza Estrada, pionero y comprometido en esta causa.

Continuamos con el interesante trabajo del doctor Joaquín Mendoza Estrada: Nuestra llegada al país en 1975 coincide con el desarrollo de lo que fue el Instituto del Corazón en la clínica Dr. Chan Aquino de Santo Domingo. Para esa época se realizaba semanalmente una reunión médica que discutía temas y casos clínicos de pacientes adultos y niños que requerían de tratamiento quirúrgico de sus dolencias. A esta reunión asistían además del Dr. Ángel Chan Aquino, cirujano y director del Instituto, el Dr. Salomón Jorge, cardiólogo prominente graduado de La Sorbona en Paris y el Dr. Pascasio Toribio quienes viajaban desde Santiago cada miércoles para asistir y participar en esta reunión, ciertas veces los acompañaba el Dr. Juan José Perelló joven promesa de la cardiología en aquella época. La presencia del Dr. Mariano Defillo no podía faltar, el me inicio en la mencionada reunión y desde entonces participe activamente. Asistían y participaban como miembros importantes el Dr. Ludovino Sánchez Díaz, el Dr. Luis Cuello Mainardi, el Dr. Rafael Esteves Salce recién llegado de Buenos Aires donde hizo cardiología y hemodinámica integrándose más tarde al personal del Instituto del Corazón. El Dr. Luis García venía desde San Francisco de Macorís.

El Dr. Guarionex Flores padre, era el jefe de cardiología del instituto, el Dr. Segundo Armando Tamayo también cardiólogo, el Dr. Tomás Lambertus jefe de anestesiología, el Dr. Víctor Solís cardiólogo internista graduado en Puerto Rico y que desempeño una gran labor clínica y en la realización de cateterismos cardiacos del adulto, el Manuel Calero, quién realizaba los cateterismos vasculares periféricos y el joven Nabil Khouri encargado de laboratorio. Una pléyade de jóvenes médicos y estudiantes se daba lugar para asistir a las reuniones: Guarionex Flores hijo, más tarde cirujano cardiovascular, Milagros Terrero, más tarde cardiólogo hemodinamista, Maritza López Mateo y Juan Ramírez, más tarde los primeros cardiólogos pediatras graduados en la residencia de cardiología del hospital infantil.

En el instituto del Corazón, el Dr. Ángel Chan Aquino y sus cercanos colaboradores, principalmente el Dr. Ludovino Sánchez Díaz, cirujano cardiovascular graduado en Brasil, hicieron un gran aporte al desarrollo de la cirugía cardiovascular dominicana y a la cirugía cardiovascular pediátrica que allí se inició, indisolublemente ligada al desarrollo de la cardiología pediátrica nacional. La cirugía de válvulas, los primeros casos de cirugía de puente coronarios y los primeros casos de niños operados con cardiopatías congénitas y con secuelas tempranas de la fiebre reumática, que para ese entonces era la primera causa de enfermedad cardiaca en nuestros niños, se realizaron de la mano del Dr. Chan y el equipo del instituto. Por primera vez se realizaron cateterismos cardiacos diagnósticos pediátricos con regularidad en la República Dominicana, más de 300 casos entre 1975 y 1978. Este programa de cirugías cardiacas decayó, por falta de apoyo del estado, al cambiar la administración en 1978. Recuerdo cuando la residente de cardiología pediátrica Maritza López y un servidor, muy temprano en la mañana, recogíamos en el hospital infantil al niño destinado a cateterizarse, cruzábamos la ciudad en un pequeño carro VW con el niño y su madre sentados en el asiento trasero, le hacíamos el cateterismo en el instituto y regresábamos al mediodía al hospital, ya con el niño recuperado del estudio y de la sedación administrada. Los cateterismos los realizábamos por disección de vena y arteria femoral en la ingle, a falta de los equipos de introducción percutáneos utilizados muchos años después. Estos cateterismos permitieron la realización de un diagnóstico confiable para que estos niños fueran operados en el Instituto del Corazón de patologías congénitas tales como persistencia del conducto arterioso, comunicaciones interauriculares e interventriculares, coartación de la aorta, estenosis pulmonar y los primeros casos de tetralogía de Fallot.

Compártelo en tus redes:

Salir de la versión móvil