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Disminución de las remesas y deportaciones masivas

El autor reside en Nueva York

Durante los primeros meses de 2025, México ha registrado una disminución superior al 5% (mas de 2,000 millones de dolares.en la recepción de remesas respecto al mismo periodo de 2024. Este fenómeno coincide con un aumento significativo en las deportaciones masivas de trabajadores mexicanos desde Estados Unidos, generando preocupación entre analistas, funcionarios y la sociedad.

Las remesas son una fuente esencial de ingresos para más de cuatro millones de hogares mexicanos, y su reducción, junto con el retorno forzoso de migrantes, plantea un riesgo económico y social comparable al vivido en países como Haití o El Salvador.

La caída en las remesas representa una ruptura con la tendencia alcista de los últimos años, donde México alcanzó un récord histórico de 63 mil millones de dólares en 2024, según datos del Banco de México.

La reducción de más del 5% durante 2025 se asocia principalmente con la intensificación de las políticas migratorias estadounidenses y el endurecimiento de los controles laborales, lo que ha afectado especialmente a trabajadores en sectores agrícolas, de servicios y construcción.

Otro factor relevante es la desaceleración económica en Estados Unidos, que ha impactado la capacidad de envío de dinero de los migrantes. a ello se suma el aumento del costo de vida en ciudades con alta presencia mexicana como Los Ángeles, Chicago y Houston.

Estas condiciones han reducido el margen de ahorro y, por ende, el monto destinado a las familias en México, que dependen de esos recursos para educación, salud y vivienda.

Vulnerabilidad

Las deportaciones masivas, que superaron las 200 mil personas entre enero y septiembre de 2025, tienen consecuencias directas en la estructura social mexicana. Muchos retornados llegan sin ahorros ni redes de apoyo, enfrentando un mercado laboral saturado y salarios bajos.

Esta situación incrementa la vulnerabilidad de comunidades enteras, sobre todo en estados como Michoacán, Guerrero y Oaxaca, donde la migración es una tradición económica.

El retorno forzoso también genera presión sobre los servicios públicos locales: la demanda de vivienda, salud y educación se eleva sin que existan políticas de reinserción efectivas. En consecuencia, se fortalecen economías informales e incluso estructuras criminales que ofrecen “empleo” rápido en actividades ilícitas, aprovechando la desesperanza de los recién llegados.

Este fenómeno ya ha sido observado en zonas de alta migración como la frontera norte y el Bajío, (altiplano mexicano)

Efecto  bumerán

Para Estados Unidos, esta coyuntura representa un riesgo de retroalimentación negativa. El debilitamiento económico y social en México puede estimular el crecimiento del crimen organizado, lo cual incrementa el tráfico de drogas, armas y personas  hacia territorio estadounidense.

Además, el aumento de la violencia podría generar una nueva ola migratoria, precisamente de aquellos que regresaron o fueron deportados, alimentando un ciclo de inestabilidad regional.

Fortalecimiento de los carteles de la droga

Las autoridades estadounidenses reconocen que la estabilidad de México es una cuestión de seguridad nacional. El propio Departamento de Estado ha advertido que la expansión de carteles como el de Sinaloa o Jalisco Nueva Generación afecta la seguridad fronteriza y complica las operaciones antidrogas.

Un aumento del desempleo en México, junto con la reducción de remesas, podría fortalecer estas organizaciones al reclutar a jóvenes sin alternativas económicas.

Apremio social

El impacto también se extiende al ámbito político. La presión social generada por el desempleo y la pobreza puede debilitar al gobierno mexicano y erosionar la confianza en las instituciones. Si la población percibe que el Estado no puede garantizar empleo ni seguridad, se abre espacio para movimientos populistas o autoritarios, como ha ocurrido en otras crisis latinoamericanas vinculadas al colapso económico y la migración.

Menos circulante, menor consumo interno

En el plano económico, la reducción de remesas implica menos consumo interno, menor dinamismo en pequeñas economías regionales y una caída potencial del PIB de hasta 0.5 puntos porcentuales, según estimaciones preliminares de organismos financieros. Los municipios más dependientes de remesas, que en algunos casos representan hasta el 15% de su economía local, podrían enfrentar una contracción severa en 2025.

Ante este panorama, se requiere una respuesta binacional. México necesita fortalecer programas de empleo y emprendimiento para migrantes retornados, mientras que Estados Unidos debería equilibrar su política migratoria con mecanismos de cooperación económica. El relanzamiento de proyectos conjuntos de inversión fronteriza o en zonas agrícolas podría reducir la presión migratoria y contener la expansión criminal.

La experiencia de países centroamericanos demuestra que cuando la migración se convierte en expulsión y las remesas disminuyen, el crimen organizado encuentra terreno fértil. México, con carteles más poderosos y violentos, enfrenta un desafío aún mayor. No atender esta crisis a tiempo podría tener consecuencias directas en la seguridad continental.

Haitianizacion mexicana

En conclusión, la combinación de la disminución de remesas y las deportaciones masivas configuran un escenario de alto riesgo tanto para-México como para Estados Unidos. Si no se implementan políticas de reinserción laboral, inversión social y cooperación regional, el país podría experimentar un auge criminal comparable   o peor al observado en Haití. Solo mediante una estrategia coordinada podrá evitarse que la pobreza y la desesperanza se conviertan en combustible para la delincuencia y la desintegración social.

Conclusión

El presidente Donald Trump  y la presidenta Claudia Sheinbaum se encuentran ante la coyuntura de balancear   las deportaciones  de  trabajadores mexicanos  y el  potencial aumento de la criminalidad en México, pues estos carteles  aztecas, mejor armados, mas orgnizados y violentos que las bandas haitianas tienen como principal cliente, precisamente a su  país vecino norteno,  ahora con el agravante del trafico  del maldito fentanilo, un opioide sintético que en los últimos años se ha convertido en una de las drogas más peligrosas del mundo, responsable de cientos de miles de muertes por sobredosis, especialmente en el coloso del norte.

CarlosMcCoyGuzman@gmail.com

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