Salud
La salud mental continúa siendo una de las grandes deudas sociales del sistema público
SANTO DOMINGO, RD- En algunas zonas de República Dominicana ni siquiera cuentan con psicólogos y psiquiatras, y muchos menos con centros capacitados para tratar la alta demanda.
La Salud mental parece ser un lujo o moda en República Dominicana.
Es un tema que con frecuencia se ignora en los hogares, se minimiza en las escuelas y se posterga en las políticas públicas.
Infraestructura deficiente, escasez de psiquiatras y psicólogos, poca cobertura en atención primaria y ausencia de programas preventivos sostenidos, son parte de los escollos.
El déficit de especialistas en salud mental en el país parece ser más marcado en el Sur profundo.
Un solo psiquiatra ofrece consultas a nivel público en el Hospital Regional Jaime Mota para las cuatro provincias que componen la región Enriquillo, es decir, para todos los pacientes de Pedernales, Independencia, Bahoruco y Barahona.
De acuerdo a médicos Psiquiatras que ofrecen consultas privadas a nivel nacional, el volumen entre 2024 y lo que va del 2025 ha aumentado un 50 por ciento.
Según la Organización Panamericana de la Salud, más del 20% de la población dominicana sufre un trastorno mental a lo largo de su vida.
Los recursos públicos destinados a salud mental son insignificantes, pues solo representa menos del 2% del total del presupuesto de salud.
Con la promulgación de la Ley 12-06 sobre Salud Mental, el país adoptó un marco normativo que la reconoce como un derecho público y establece que la atención debe integrarse al sistema general de salud, pero, a casi dos décadas de su aprobación, gran parte de estos postulados sigue sin concretarse en la práctica.
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SANTO DOMINGO, RD- En algunas zonas de República Dominicana ni siquiera cuentan con psicólogos y psiquiatras, y muchos menos con centros capacitados para tratar la alta demanda.
La Salud mental parece ser un lujo o moda en República Dominicana.
Es un tema que con frecuencia se ignora en los hogares, se minimiza en las escuelas y se posterga en las políticas públicas.
Infraestructura deficiente, escasez de psiquiatras y psicólogos, poca cobertura en atención primaria y ausencia de programas preventivos sostenidos, son parte de los escollos.
El déficit de especialistas en salud mental en el país parece ser más marcado en el Sur profundo.
Un solo psiquiatra ofrece consultas a nivel público en el Hospital Regional Jaime Mota para las cuatro provincias que componen la región Enriquillo, es decir, para todos los pacientes de Pedernales, Independencia, Bahoruco y Barahona.
De acuerdo a médicos Psiquiatras que ofrecen consultas privadas a nivel nacional, el volumen entre 2024 y lo que va del 2025 ha aumentado un 50 por ciento.
Según la Organización Panamericana de la Salud, más del 20% de la población dominicana sufre un trastorno mental a lo largo de su vida.
Los recursos públicos destinados a salud mental son insignificantes, pues solo representa menos del 2% del total del presupuesto de salud.
Con la promulgación de la Ley 12-06 sobre Salud Mental, el país adoptó un marco normativo que la reconoce como un derecho público y establece que la atención debe integrarse al sistema general de salud, pero, a casi dos décadas de su aprobación, gran parte de estos postulados sigue sin concretarse en la práctica.
